Consejos - Ejecución

 

por John M. Zeigler, Ph.D. y Nancy Ostromencki
Rio Rancho, Nuevo Mexico EUA

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Cómo manejar el miedo a tocar en público

Memorizar música para una presentación

Concursos - Preparación y expectativas

Clases con un Maestro (con un Músico profesional)

Ejecución de música de cámara/ensambles

 

 

 

Cómo manejar el miedo a tocar en público

La mayoría de nosotros los que estamos en el mundo de la música hemos tenido que manejar en algún momento con el miedo a tocar en público, o miedo escénico. Aquí tratamos este asunto desde el punto de vista de un maestro y músico que toca en público con regularidad. Todas las sugerencia sobre cómo manejar el miedo a tocar en público las doy basado en mi propia experiencia personal, de lo que me sí y no me ha funcionado. Si el miedo escénico es algo que compartes conmigo y con muchos otros músicos, recuerda estos tres conceptos: preparación, planeación y seguridad. Puedes mantener tu miedo baja control si pones en práctica estos tres conceptos antes de una presentación Aún si estás corto de tiempo, te pueden ayudar a controlar tus preocupaciones y temores de una presentación en público si las aplicas aunque sea parcialmente.

Preparación

Me he dado cuenta de que cuando he tenido más miedo a tocar en público, tanto antes como durante mi presentación, ha sido cuando he sabido que no estoy completamente preparado para la presentación. No me tomé el suficiente tiempo para aprenderme bien la música, y he tratando de aprenderme y memorizar el repertorio en sólo un mes o menos. El resultado final fue una presentación horrible, pobremente preparada, que se vino abajo después de unos 15 minutos.

Las malas maneras de aprenderme algo incluyeron el querer memorizar a última hora una sonata entera en una sola tarde, hacer todos mis ejercicios al piano a velocidades demasiado rápidas, y no conocer la estructura, la forma o una idea de las armonías de la pieza de música. En otras palabras, haber hecho todo lo necesario para asegurar una presentación pobremente preparada y tener que enfrentarme a estar solo en el escenario y llevar a cabo una presentación.

Tener control de uno mismo durante una presentación en público es consecuencia de tener control de la música. Este control viene de conocer completamente la música y darse el tiempo necesario para alcanzar ese objetivo. Por conocer la pieza de música, me refiero a conocer su estructura armónica, captar la forma de la pieza, y anticipar dónde empieza y termina cada frase. Todo este conocimiento se obtiene mejor a través de un modo de aprendizaje relajado y sin prisas. Tiempo y paciencia son necesarios para avanzar cada paso sin precipitar el proceso.

He descubierto que una vez que se conoce la pieza desde adentro, se sabe exactamente qué ideas o mensajes musicales se quieren transmitir. Teniendo bajo control todos los problemas de técnica de una pieza en particular le ayudará ejecutar la pieza relajadamente y disminuir la ansiedad o el miedo a la presentación en público. De seguro todos vamos a omitir algunas notas, o a alterar uno o dos arpegios, pero si se siente seguro de poder controlar los problemas técnicos de la pieza, entonces tendrá una amplia zona de seguridad en la cual puede confiar cuando la esté ejecutando Por supuesto, para obtener este control de la técnica se requiere de cientos, si no es que miles, de horas de práctica, empezando a velocidades bajas, siendo capaz de tocar bien y fluidamente las áreas que requieren de más técnica antes de pasar a una velocidad mayor. Según vaya mejorando la ejecución de los puntos difíciles de la pieza, no olvide que también hay ideas musicales que debe transmitir a su público que lo escucha. Empiece a desarrollar estas ideas musicales desde el inicio del estudio de la pieza, y según vaya tocándola más rápido vea si estas ideas se siguen transmitiendo. Seguramente que sí, si es que usted se tomó el tiempo y el esfuerzo de identificarlas desde un principio.

La peor práctica que se puede hacer es la que llamamos la práctica del "movimiento hacia el océano", que es en la que usted depende de la velocidad, el ímpetu de un punto técnico en particular, o la pieza completa para poder terminar. Este tipo de práctica usualmente comprende ejercicios demasiado rápidos y nada más, dependiendo en que los músculos recuerden las notas, en vez de que sean sus neuronas las que recuerden la forma y las ideas musicales. Las lecciones aprendidas en este tipo de prácticas fácilmente se derrumbarán ante una situación estresante. Pequeñas variables, como las diferencias en la textura de las teclas, el reflejo de la luz sobre el teclado, y el ruido del público pueden causar que lo aprendido de este modo se desintegre.

Otra trampa en la que caemos es la idea de que siempre debemos tocar una pieza de música a la velocidad exacta del metrónomo que se indica y no hacerlo un poco más despacio. Como juez de un concurso, he otorgado incondicionalmente un mejor premio al estudiante que demuestra control y musicalidad, por encima del que ha tocado la misma pieza a una mayor velocidad o sin entender de lo que trataba la música.

Mucha gente empieza una dieta más balanceada algunos meses antes de una presentación, incluyendo más pescado, eliminando la cafeína y el alcohol. Para ayudar a aliviar el estros, mucha gente se involucra en la práctica rigurosa de algún ejercicio físico, aerobics o similar. Me resulta agradable tomar clases de aerobics, brincar y así eliminar la tensión nerviosa; cuando regreso al piano mi concentración se mejora y mi cuerpo se siente mucho mejor por haberse movido en diferentes direcciones, contrarrestando el estar sentado en el banco del piano y los ejercicios. La opción de qué comer y cómo ejercitarse es decisión suya; muchas personas consideran que les es de gran ayuda, tanto en la etapa de la preparación como en el mismo día de la presentación.

Planeación

Resulta de gran ayuda el conocer lo que usted quiere hacer musicalmente con una pieza antes de realizar su ejecución. Investigue sobre el compositor, el estilo particular de la pieza que quiere presentar, y sobre la historia y la cultura de la época en que la pieza fue creada. A menudo, el conocer estos puntos le ayudará a entender mejor lo que el compositor trató de expresar, a través de usted, a los oyentes.

Una vez que sienta que tiene una buena comprensión técnica y musical de la pieza, continúe con su memorización, sin prisa para memorizarla, tomándose el tiempo para conocer la partitura profundamente. Sin tener la música frente a usted, puede cerrar sus ojos y ver el lugar exacto en la partitura en dónde está tocando ahora? Puede cantar la parte de la mano izquierda mientras toca sólo con la mano derecha? Puede cantar la siguiente frase melódica mientras la mano izquierda toca (si la mano izquierda tiene acompañamiento)? Por mi propia experiencia, me he dado cuenta que si puedo hacer lo que antes mencioné, puedo estar seguro de estar memorizando una pieza y conociéndola desde adentro. Para confirmarlo, me hago una evaluación sobre las frases musicales de una pieza de música. Divido la pieza en diferentes frases, identificándolas con nombres de letras o colores. Después, toco de memoria todas las frases marcadas con la letra "A", luego todas las frases con la letra "C", etc. Esto me ayuda a identificar las frases similares y a conocer las diferencias entre las frases, así como su orden. Si estos exámenes de la memoria no dieron un resultado positivo en una pieza musical particular, entonces sé que no conocía bien la música y que estaba dependiendo demasiado en su sonido que en el conocimiento de ésta.

Antes de la ejecución final, trato de tocar mi material por lo menos seis veces ante público antes del GRAN EVENTO. Con cada presentación yo crezco y aprendo. Identifico las partes de la pieza que todavía no conozco bien y cuáles necesitan todavía ser practicadas lentamente para lograr tener el control de la técnica. En realidad, me gusta pensar en estas presentaciones menores como grandes eventos también. No en sentido negativo, sino donde me esfuerzo para mejorar, y en vez de castigarme cuando cometo un error o algo sale mal, lo tomo como una oportunidad para aprender y perfeccionarme.

Seguridad

Me gustaría compartir algunos pensamientos e ideas con usted sobre esos días justo antes a una presentación en público, que son tan importantes como todos los días de práctica cuidadosa que ha llevado a cabo. Primero, si ha tenido una preparación cuidadosa, entonces no necesitará exhaustivas sesiones de práctica de último momento. Usted conoce la música, y sólo necesita hacer ejercicios lentos y relajados, para recordar las ideas musicales que quiere transmitir y escuchar su sonido. NO PASE HORAS AL PIANO LA NOCHE ANTERIOR A LA PRESENTACIÓN, O ESE MISMO DIA. Concéntrese en descansar y en prepararse mentalmente al objetivo que tiene frente a usted: transmitir las ideas musicales teniendo dominio de ellas, manteniendo bajo control los aspectos técnicos y escuchando lo que se está tocando. Padres de estudiantes jóvenes, no hay nada malo en decir NO cuando le pidan develarse la noche anterior a un concurso o a un recital, o pasar la noche en casa de algún amiguito. Lo mismo aplica para los viajes a esquiar un día antes del recital o cualquier actividad deportiva pueda representar mucho esfuerzo muscular (o que se rompa un hueso!). Su "ritual" puede ser diferente al de los demás, pero lo importante es hacer cosas tranquilas y que le ayuden a concentrarse.

El mismo día de la presentación sería fabuloso tener aislamiento total de las preocupaciones del exterior, pero para los que tenemos que viajar de un estado a otro dando presentaciones o tenemos que manejar la vida como se nos va presentando, hay pequeñas cosas que pueden interferir con su concentración. Es de gran ayuda el contar con un buen equipo de apoyo que se encargue de los problemas con las líneas aéreas y el traslado hacia y desde las salas de ensayo y de concierto, y que estén bien planeados todos estos detalles el día de un concierto. También me siento en mi derecho de pedir a mi familia y a amigos que respeten mi espacio y mi tiempo, ya que en ocasiones la vida no nos da el tiempo suficiente que necesitamos para practicar y estudiar tanto como nos gustaría, podemos no estar siempre tan preparados como quisiéramos. Sin embargo, la planeación y la seguridad previa a la presentación puede reducir la tensión significativamente y hacer la ejecución en público más agradable para todos. Algunos músicos profesionales y aficionados han recurrido al uso de drogas tales como los beta-blockers para disminuir la miedo ante una presentación. Si usted desea adoptar esta idea de usar los beta-blockers para controlar su ansiedad, investigue por su cuenta lo más que pueda sobre este tema y entonces CONSULTE A SU MEDICO. Muchas personas creen en ellas, otras no las encuentran de mucha ayuda. La decisión es suya. Mi opinión personal es que esas drogas son totalmente inadecuadas para niños. Además, no pueden ser tomadas libremente en combinación de una variedad de diferentes medicinas o por gente con determinados problemas de salud, por lo que es esencial que consulte a su médico.

Nosotros no somos robots o computadoras perfectas, cometemos y cometeremos errores tanto en la música que tocamos como la vida que llevamos. Algunas notas mal tocadas o una breve falla de la memoria no merece que se derribe una frase completa o que se olviden todas la ideas musicales que usted haya tenido, y enojarse tanto con usted mismo con estos errores le provoquen un ataque. Los grandes dioses y diosas de la ejecución del piano han fallada una o dos notas en sus días de presentación, su ejecución siguió, la MÚSICA continuó y la tierra no se abrió y se los tragó a causa de algunas notas falladas.

Cuando esté en el escenario, tómese todo el tiempo necesario entre los movimientos de una sonata o entre las obras. Nunca sienta que tiene prisa por tocar una pieza de piano. Tómese tiempo para concentrarse y retome la confianza si es que ha titubeado cuando caminaba por el escenario o hacia el piano. Respire, respire, respire. Ponga la pieza musical que va a tocar mentalmente frente a usted, acuérdese de las ideas que quiere transmitir y cuando USTED se sienta bien y listo para empezar, entonces empiece. Me niego a tocar cuando la gente está hablando o moviéndose, y me tomo el tiempo necesario para asegurarme de que todos, incluyéndome a mi mismo, estamos calmados.

Las mejores presentaciones que he tenido han sido cuando me he sentido cómodo con TODOS los aspectos de la pieza musical que iba a ejecutar. He tenido muchas presentaciones previas al GRAN EVENTO oficial, por lo que el GRAN EVENTO mismo no fue gran cosa; fue otra oportunidad de tocar mi música y compartir mis ideas con las personas que vinieron no a juzgarme, sino a escucharme y compartir conmigo. Si su preparación no fue como le hubiera gustado, puede controlar su ansiedad a través de la planeación y la seguridad mental tanto en el escenario como fuera de éste. Con un poco de práctica, puede tomar el control de el miedo a tocar en público y convertirlo en energía en beneficio de su ejecución y de su público.

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Memorizar Música para una Presentación

Para mí y para mis estudiantes, la memorización es un proceso que empieza tan pronto como se inicia el estudio de una pieza. Cuál es su tono, su forma y su estructura? Dónde están sus imitaciones, secuencias y repeticiones? Cual es la progresión de los acordes utilizadas más comúnmente en las cadencias?

Empiece con la última o más difícil sección de la pieza, y diga en voz alta los intervalos, patrones y los acordes que vaya identificando al irla leyendo. Muchos de mis estudiantes se resisten al ejercicio de hablar en voz alta, pero éste hace el proceso de aprendizaje más pausado y más preciso. Ponga un esfuerzo extra para repetir, de tres a seis veces cada vez que practique, los pasajes más difíciles de una sección. Después de que esté seguro de que ha analizado y ejecutado con seguridad tanto las notas como los patrones de digitación (cada mano por separado), integre el ritmo tocando la mano derecha con la mano izquierda, contando en voz alta al ir leyendo la música.

Seleccione la próxima sección de mayor grado de dificultad y repita el proceso. Al finalizar, se dará cuenta que ha memorizado todas las secciones como resultado del aprendizaje por medio de este método. Entonces, quedará en libertad de añadir lo que llamo los "toque finales": rapidez, claridad, el uso del pedal y los matices. Numere las secciones, y evalúe su memoria pidiendo un amigo, un familiar o a un maestro que le pida algún número -en desorden, por supuesto- para ver si puede responder con una versión terminada de cada sección.

Con cuánta seguridad puede tocar realmente cada sección? Aquí presento una lista de formas para evaluar su memoria durante las etapas finales del aprendizaje de una pieza:

  1. Cambie el tempo de una u otra parte.
  2. Transporte una sección a otra tonalidad.
  3. Toque solamente la mano derecha o sólo la mano izquierda.
  4. Pida a una persona de su auditorio que tosa, aplauda o programe un beeper (aleatoriamente) para ver si puede usted conservar su concentración.
  5. Estudie nuevamente la partitura al piano y fuera del piano.
  6. Toque en tantos pianos diferentes como le sea posible.

Se sorprenderá, también, de lo importante que son los próximos pasos para obtener una presentación más agradable y menos fallas de la memoria:

  1. Pruébese la ropa y los zapatos, así como su peinado antes de cualquier presentación.
  2. Conozca, lo más que pueda, sobre la puesta en escena: la ubicación y el tiempo que le tomará el llegar al lugar, los instrumentos, la iluminación, la acústica y la temperatura.
  3. Cuando se vaya acercando la hora de su participación, dígase a usted mismo, de manera convincente, de que es su momento de compartir su música.
  4. Verifique y ajuste la posición de el banco de piano.
  5. Tome uno o dos respiros profundos para concentrarse.
  6. Ponga las manos sobre el teclado y sienta el tempo en su interior antes de empezar.
  7. Si le llegara a fallar la memoria, mantenga su postura y el ritmo ante el teclado en todo momento. Improvise, salte a la próxima sección, o descanse manteniendo sus manos posadas suavemente al aire hasta que vuelva a ubicarse.
  8. Conserve la serenidad y la respiración. Si ha mantenido en el ritmo, será grande la posibilidad de que el público no se de cuenta o no le de importancia a su equivocación. Asuma que fue así cuando haga su más sentida reverencia al final!

Desafortunadamente, nadie está exento de una falla de la memoria, pero siempre podemos mejorar nuestras técnicas de memorización y los modos de manejar estas equivocaciones cuando lleguen a ocurrir.

Amy Y. O'Grady

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Concursos - Preparación y Expectativas

La elección de competir es un compromiso, no sólo de tocar el día de el concurso, sino el de los meses de práctica y preparación diarias que requiere una competencia exitosa. Si el estudiante se prepara muy poco y demasiado tarde, el concurso puede asustarle y también avergonzarlo; si el estudiante se prepara apropiadamente, el concurso es divertido y emocionante. Toda la música de los concursos debe aprenderse, memorizarse y tocada por lo menos tres veces antes de hacerlo en público, no más tarde de seis semanas antes del concurso. Todo el repertorio está disponible usualmente para todos los concursantes de un año a seis meses antes del concierto. Al utilizar todo el tiempo disponible para prepararse para un concurso, la música puede ser aprendida sólidamente y, lo más importante, memorizada. Se pide firmemente que la música sea ejecutada de memoria en una sala de conciertos o en un recital formal por lo menos tres veces, antes de que sea presentada en un concurso; entre más presentaciones frente al público antes de la fecha del concurso, más oportunidad habrá de trabajar en la posibles fallas y superar el miedo escénico y la ansiedad ante la presentación en público. Es cierto el viejo dicho de que "la práctica hace al maestro". Lo peor es esperar hasta las últimas cuatro semanas antes del concurso. Tratar de aprender las notas, ritmos, frases, la aplicación del pedal, memorización, alcanzar la velocidad requerida de la pieza musical y, además, pretender tocar perfectamente durante una presentación sin haber tocado previamente en una sala de conciertos o recital para autoevaluarse es, simplemente, irreal e irracional. Esto pondrá a todos en una situación tensa, y al borde del desastre. Permitir el tiempo necesario para una preparación adecuada es la más segura y más agradable manera de estar listo para un concurso.

Muchas variables estarán completamente fuera de su control durante un concurso. Los estudiantes de piano, a diferencia de los estudiantes de violín o de clarinete, tienen que tocar en instrumentos que son nuevos para ellos. El piano probablemente estará más duro que su propio piano en casa. Seguramente será diferente su tacto y su sonido. La acústica de la sala será diferente de la que han podido escuchar durante sus sesiones de práctica. Uno de los retos durante un concurso es descubrir la música que puede uno sacar de un instrumento que no nos es familiar en una sala a la que no estamos acostumbrados.

La adrenalina seguramente afectará los reflejos y el control de la técnica. Como puede ser que su hijo toque más rápido que lo usual, anímelo a que no trate de rebasar su límite en su dominio de la técnica. Asegúrese de que sus hijos descansen bien la noche anterior al concurso y que coman una buena comida unas horas antes de que tengan que tocar. Escoja un atuendo atractivo y cómodo, peine su cabello, lave sus manos y llegue al lugar del concurso con suficiente tiempo de anticipación.

Si alguna vez ha leído los comentarios de dos críticos que han escuchado el mismo concierto, puedo darse cuenta que gente diferente escucha cosas diferentes y que pueden no estar de acuerdo al describir lo que han escuchado. Cuando dos equipos de basquetball compiten hay un equipo ganador y otro perdedor. Los puntos se anotan en un marcador durante el partido, y los ganadores acumulan más puntos simplemente por pasar más veces la pelota por la canasta. La competencia es clara, directa, y fácil de entender. El ganador de un concurso de música no es tan fácil de definir, y el sistema de puntuación puede ser difícil de explicar a músicos jóvenes. Los jueces estarán en espera de escuchar y ver muchas diferentes cualidades, como la técnica y la musicalidad, que sólo pueden ser juzgadas subjetivamente.

Los jueces esperarán escuchar que la música sea ejecutada en un tempo adecuado, que vaya de acuerdo con el ánimo o sentimiento de la música y que permita que la pieza suene técnicamente bajo control. Los jueces pondrán atención a las notas, los ritmos, los movimientos, los matices y el uso del pedal, y que la ejecución va de acuerdo con la intensión del compositor, según se indica en la partitura. Esperarán escuchar que la ejecución es rítmicamente estable, pero no rígida. Querrán que las distintas ideas musicales puedan ser claramente diferenciadas y, sin embargo, ser parte de un todo unificado. Que las melodías tengan forma, no tropiezos ni empujones.

Usualmente, los jueces tendrán consideración con los niños y encontrarán algo alentador que decirles sobre su presentación. Recordarán sonreir a los estudiantes y hacerlos sentir un poco más cómodos en esta nueva situación. Los jueces estarán escuchando con la intensión de encontrar la calidad expresiva de la ejecución - la música que dice algo, líneas que tienen una dirección, y sonidos que comunican. Buscarán a ejecutantes que se escuchan a sí mismos. Es posible tocar todos los tonos y los ritmos correctos y aún así presentar una ejecución monótona, mecánica y no musical. Puede resultar difícil para los niños entender la diferencia entre este tipo de ejecución y la que es expresiva.

Cuando escuche a su hijo, trate de recordar algo de la música para compartirla con ellos más adelante. ("Realmente me gustó la forma en que hiciste resaltar esa sección tan viva. Me dieron ganas de reir.") Si está enojado por la presentación de su hijo bajo presión o sobre el resultado del jurado, por favor, por favor, trate de guardar su enojo para usted mismo. No importa lo que pase, su hijo es un ganador; será decisión suya y del maestro de su hijo el asegurar que su hijo salga del lugar del concurso confiado de que sí lo es.

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Clases con un Maestro (con un Músico profesional)

Una clase con un Maestro (un Músico profesional) es enseñada generalmente por un ejecutante reconocido o un Músico profesional. Las ideas que elos pueden ofrecernos sobre ejecución, técnica y música en general puede ser invaluable, ya que el Maestro está enseñando basado en su larga experiencia en hacer música a nivel profesional. La mayoría de estas clases con un Maestro involucran a estudiantes de piano de todas la edades, aunque, generalmente los estudiantes más avanzados en un determinado grupo de edad serán los que ejecuten ya que ellos están en la mejor posición para aprender más. Sin embargo, estas clases con frecuencia son tan estimulantes que cualquiera con interés en aprender a tocar mejor se puede beneficiar enormemente aunque participe únicamente como oyente. Por esta razón, usted debe tratar de asistir a estas clases, aun si usted no va a tocar. La entrada a estas clases por lo general es gratis, aunque es frecuente que haya un cargo nominal para aquellos que están tocando para el maestro.

En una clase típica con el Maestro, los estudiantes ejecutan de memoria la música que ellos han preparado. El Maestro los escucha ya sea en el escenario o sentado en el auditorio siguiendo la partitura mientras el estudiante toca. Se acostumbra que después de que el estudiante termina su presentación, el Maestro se pare junto al estudiante o se siente a otro piano y empiece a trabajar con el estudiante, básicamente dándoles una lección sobre la música, mientras están frente a una audiencia. A menudo, el Maestro hace preguntas sobre la música, y el estudiante debe ser capaz de comunicarse verbalmente con él. El Maestro elige los temas con los que va a trabajar con el estudiante, quizá sugerencias técnicas, quizá ideas sobre la interpretación. El Maestro casi siempre hará que el estudiante toque nuevamente determinadas partes de la composición, tratando de incorporar las nuevas ideas o sugerencias. Se espera que el estudiante ponga su mejor esfuerzo y habilidad para captar y ejecutar la música utilizando estas nuevas ideas o sugerencias. No se espera que discuta con el Maestro; se considera una descortesía. En la gran mayoría de los casos, el Maestro será amable al ofrecer su crítica constructiva y será efusivo al elogiar, por lo que la experiencia de participar en estas clases no es algo a lo que hay que temer, sino algo que se espera con entusiasmo. Puede suceder que no siempre estemos de acuerdo con el Maestro, pero el conocer otra perspectiva y opinión sobre una pieza de música siempre es valioso. Es recomendable que el estudiante conozca toda la terminología escrita en la partitura, así como el todo en que está escrita, y alguna información biográfica sobre el compositor y su música. De este modo, si el Maestro pregunta sobre estos temas el estudiante está preparado para contestar inteligente y coherentemente.

Se considera buen protocolo que, después de que ha terminado el maestro su clase, el estudiante que ejecutó estreche la mano del Maestro y le exprese verbalmente su gratitud por el tiempo que le dedicó.

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Ejecución de Música de Cámara/Ensambles

Originalmente el nombre de "música de cámara" (da camera) se aplicó a la música escrita para un pequeño grupo en una habitación o sala pequeña, a diferencia de la escrita para un grupo grande en una sala de concierto.

Actualmente, este término se aplica a cualquier música que se ejecuta por un pequeño grupo que incluya cuerdas y piano. La ejecución de la música de cámara requiere de dos o más músicos tocando; usualmente se utilizan las partituras para ir leyendo de éstas y todos los músicos están sentados mientras tocan. Una gran desventaja de tocar música solo para piano es que tendemos a volvernos solitarios pasando largas horas solos practicando nuestra propia música. La música de cámara es más amena ya que involucra la práctica y los ensayos con otros músicos, lo que puede ser una experiencia satisfactoria. Al ser la música de cámara tan inherentemente íntima y cooperativa, el tocarla es, de algún modo, más agradable que tocar solo. Sin embargo, requiere de un enfoque diferente. Como pianista, la música de cámara le enseña a uno a seguir, aún cuando se haya fallado en una nota o un ritmo. Además, nos hace poner más atención a mantener un ritmo consistente, ya que el piano es usualmente quien marca el pulso de la composición; un pianista aprende a estar alerta de lo que los otros músicos están tocando y a responder espontáneamente tanto a las señales como a los errores de otra persona.

 
Pagina creada: 23/09/97
Ultima actualización: 30/01/15
 
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