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¡Aprende a practicar despacio!
Si cuando tocas algo frente a otras personas hay momentos en que estás a punto de que
se derrumbe tu presentación, es probable que no hayas aprendido bien la pieza. Si
realmente quieres aprenderte una obra, te sugiero que la practiques despacio. Asegúrate
de que cuando estás aprendiendo una pieza musical lo hagas lo suficientemente lento que
te permita aprender todos los detalles a la perfección. Los detalles como las notas, el
ritmo, el fraseo y la dinámica tienen que ser aprendidos perfectamente muy lentamente
antes de que los toques más rápidamente. Entonces, trabaja poco a poco en
ejecutar la pieza más rápidamente, pero disminuye la velocidad si es que empiezas a
cometer demasiados errores.
¡Sigue, no
te detengas si se te olvida una parte!
Si te llegara a fallar por un momento la memoria mientras estás dando una
presentación, sigue adelante y no te detengas. Lo más seguro es que tu audiencia
note menos la falla si continuas tocando. Como consejo, trata de evitar regresar al
principio de la pieza si es que se te llega a olvidar una parte. Conoce suficientemente
bien la pieza dividida en sus frases musicales (por ejemplo, las secciones de la música
que forman la melodía) así, si te llega a olvidar una frase, puedes brincar a la
siguiente o regresarte únicamente una frase. Si las cosas se ponen peor, improvisa
hasta que vuelvas a recordar lo que tienes que tocar.
¡Dale a tu
presentación una prueba de fuego!
Tú desearás que una pieza esté bien memorizada para que no se te llegue a olvidar
cuando la toques frente al público o ante un jurado. Antes de tocar en un recital o en un
concurso trata de haber tocado tus piezas por lo menos tres veces ante una audiencia, que
te sirva como ensayo general antes de una presentación importante. Usa la misma ropa que
vas a llevar el día de la presentación, así como los mismos zapatos (los zapatos nuevos
pueden resbalarse de los pedales o provocar que te resbales en el escenario). Invita a
amigos a que te escuchen tocar durante un descanso que tomen durante sus juegos. Es
divertido que tus amigos actúen como un público grosero - pídeles que tosan, se limpien
la nariz ruidosamente o que hagan alguna tontería mientras tocas. De esta forma no te
afectará si llegas a tener a alguien descortés entre tu público cuando te presentes. Ya
estarás
Fortalece
tus músculos. ¡Haz ejercicio!
El Hanon y otros ejercicios pueden ser totalmente aburridos, pero nunca, nunca
ignores tus ejercicios técnicos. Las presentaciones de piano son muy parecidas a las
presentaciones en las Olimpiadas haciendo gimnasia o patinaje artístico. Todos los
jóvenes que participan en las Olimpiadas pasan miles de horas haciendo sus
ejercicios de técnica, una y otra, y otra vez. Están entrenando sus músculos, su
resistencia y memorizando los patrones de movimiento. Toman estos ejercicios, los
combinan, aumentan otros y sólo así estarán listos para una presentación. Me
encantaría hubiera una varita mágica que, tan solo con moverla, evitara el tener que
estudiar las escalas, el Hanon y todos los otros tipos de ejercicios de técnica, pero si
realmente quieres llegar a tocar bien el piano, entonces tienes que pasar muchísimo
tiempo practicando estos ejercicios. Si te ayuda de algo, sácales jugo añadiendo
movimientos, acentos y patrones rítmicos diferentes. Esto los hace mucho más divertidos.
O haz lo que yo todavía hago, pienso palabras tontas que vayan con los ejercicios. ¡Es
divertido!
¡El
metrónomo es tu amigo!
El uso del metrónomo puede ser un reverendo dolor, pero muy útil. Ya que se supone
que todos debemos pasar mucho tiempo practicando lentamente, al tener esta máquina que
castañea fijada a velocidad lenta nos ayudará a que así estudiemos. Muchos de mis
alumnos se marcan velocidades específicas para trabajar cada día. Pueden empezar con el
metrónomo en 60 y para el final de su primer día de práctica subirlo a 72 -
considerando que se esté tocando bien, por supuesto. El próximo día, pondrán el
metrónomo en 72 y trabajarán para subirlo a 80. Deben subir las marcas en el metrónomo
de una en una, y tocar la pieza o la sección de la pieza por lo menos cinco veces en esta
velocidad del metrónomo antes de pasar a la próxima marca.
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